Con la llegada de las festividades de fin de año muchas personas se reúnen con familiares, amigos, compañeros o parejas con el fin de celebrar las fechas especiales en compañía de los seres queridos. En este tipo de reuniones es común que haya comida, bebidas, juegos, risas y demás actividades propias del compartir durante la época de fin de año. Pero, ¿Qué pasa si alguien está pasando por una depresión justo por estos días? ¿Cómo actuar? ¿Qué hacer y qué no hacer en las festividades? Justamente, en esta entrada de blog intentaremos resolver estos interrogantes y dar elementos que permitan a las personas afrontar este tipo de situaciones que puede estar atravesando algún miembro de nuestro círculo cercano.
Quizás el consejo inicial que debemos seguir si sabemos que un ser querido tiene depresión o está en una especie de crisis emocional es tratar de comprenderlo y no actuar como si nada pasara, esto es esencial para evitar que la persona que sufre de depresión se vea obligada a fingir una supuesta estabilidad durante las reuniones que puede resultar incómoda.
Hay que tener en cuenta que las reuniones decembrinas más allá de ser una fiesta con música, baile y comida, son una oportunidad para compartir y pasar tiempo en comunidad. Así que, podría ser un buen ejercicio el tratar de organizar las reuniones bajo parámetros en los que alguien con depresión se pueda sentir más cómodo, sin necesidad de verse obligada a sonreír, cantar o hablar en situaciones en las que prefiere no hacerlo. La clave en este sentido es buscar acompañar durante las festividades sin presiones y hasta el punto en que la persona en cuestión acceda a relacionarse.
Las comidas alrededor de la mesa pueden ser una excusa ideal para propiciar encuentros, ya que los grupos se pueden reunir en torno a su preparación, estableciendo roles individuales que serán asumidos en la medida de las posibilidades, así una persona con depresión, por ejemplo, puede encargarse de decorar la mesa si así lo desea, y sentir la compañía del resto de familiares o amigos en la distancia que más se adecue a su situación.
En las festividades de fin de año es muy común que entre todos se den conversaciones en torno a cómo les fue durante el año que acaba, esto puede ser un tema sensible para alguien que sufra de depresión, ya que puede recordar ciertos momentos o situaciones que afloren la nostalgia. Por eso es importante que los miembros de la familia o los amigos sean conscientes del proceso de depresión de la persona para evitar tocar temas personales que sean sensibles.
Claro está que todo tipo de actividades, reuniones, conversaciones o demás interacciones se deben establecer basándonos en la condición actual de quien tiene depresión, puesto que cada proceso es diferente y puede que alguien acceda a compartir en familia, pero quizás otra persona con depresión prefiera estar en casa. En todos los casos se pueden tomar acciones al respecto, el objetivo está en saber definir con prudencia el cómo acompañar en la medida en que el otro lo permita. Por ejemplo, a alguien con depresión que exprese su deseo de estar en casa evitando lugares concurridos, podemos realizarle eventuales llamadas telefónicas o llevarle un poco de comida a su habitación, en los casos en que se prefiera mantener cierta distancia.
En todos los casos en los que hay problemas emocionales o que afecten la salud mental se hace sumamente necesaria la intervención de profesionales que brinden un acompañamiento sicológico, determinen las condiciones en las que se encuentra el paciente y realice un plan de intervención terapéutica que se ajuste a las necesidades o posibilidades del caso. Este tipo de acompañamiento es la base principal para entender la situación y tratar de ayudar a resolverla, ya que, la depresión es una enfermedad que como tal requiere de la ayuda profesional conjugada con la participación eventual de los círculos de apoyo más cercanos del paciente.
Incluso, las festividades decembrinas pueden ser una excusa para regalar a alguien con depresión o problemas relacionados con la salud mental una serie de sesiones sicológicas que pueden ir desde encuentros presenciales hasta consultas online. Así que si deseas tener un detalle de navidad puedes regalar algunas sesiones con sicólogos que le ayuden a gestionar las emociones a ese ser querido que está pasando por una coyuntura emocional relacionada con la depresión.
Si deseas obtener información sobre el acompañamiento sicológico te invitamos a explorar el sitio web de Mind para conocer todos los servicios relacionados con la salud mental.